Dos nicaragüenses, siete hondureños y tres guatemaltecos, fueron condenados por la Fiscalía salvadoreña a penas de entre seis y 180 años de cárcel por formar parte de una banda delictiva dedicada a cometer extorsiones de manera transnacional.
El nicaragüense Rolando Ramírez Morataya, recibió una condena de 20 años de prisión, en tanto la pinolera María Fabiana Pérez, deberá de pasar 6 años tras las rejas.
Por su parte, el hondureño Andy Roberto Alvarenga, fue condenado a 180 años de cárcel y a pagar 3 mil 700 dólares en responsabilidad civil por nueve extorsiones agravadas.
Así mismo, la catracha Camila Alvarado Pastrana deberá cumplir 120 años de cárcel por 6 extorsiones agravadas; mientras sus conterráneas Romana Palma y Teodora Reyes, fueron sentenciadas a 100 años de prisión por 5 extorsiones agravadas.
De igual manera, la hondureña Patricia Sagrario Pastrana y su compatriota Blanca Lidia Velásquez Hernández fueron condenadas a 60 años de prisión, en tanto Gladis Argentina Martínez, fue sentenciada a 40 años de cárcel.
Finalmente, el guatemalteco Jesús Álvarez fue condenado a 60 años de prisión, por 3 casos de extorsión agravada, y sus coterráneas Karla Yesenia Miranda y Olga Lisete Olivas Ávila recibieron sentencias de 20 años de prisión por dos extorsiones.
La investigación demostró que los acusados realizaban llamadas desde Honduras para extorsionar a sus víctimas, exigiéndoles dinero y obligándolas a enviar remesas a Guatemala, Nicaragua y Honduras.
La Fiscalía salvadoreña estableció que los delincuentes extorsionaron a nueve personas en San Miguel, El Salvador, entre 2007 y 2010, con exigencias que iban desde 100 hasta 10 mil dólares.
En agosto de 2007, una víctima recibió una llamada desde Honduras exigiéndole 10 mil dólares, amenazando con atentar contra su vida.
La víctima, asustada, entregó 5 mil dólares a través de una remesa a nombre de Andy Roberto Alvarenga y continuó realizando pagos mensuales de 100 dólares hasta junio de 2009.