La explosión de una de las llantas delanteras de un bus de transporte colectivo que atiende la ruta Managua-Nueva Guinea, provocó la mañana de este miércoles 03 de mayo una colisión con una rastra que trasladaba agua purificada y jugos empacados que quedaron esparcidos sobre el pavimento, dejando un aproximado de 10 pasajeros lesionados.

El accidente tipificado como colisión entre vehículos ocurrió en el kilómetro 104, carretera Managua-Juigalpa, sector de El Papayal, jurisdicción de San Lorenzo-Boaco, luego que a la unidad colectiva le explotó una de las llantas delanteras, obligando al conductor a perder el control hasta impactar con el cabezal de la rastra que circulaba con dirección a Chontales.

De acuerdo a la información recaba en la escena del percance vial, el bus propiedad de la empresa Los Chamorro, circulaba de Nueva Guinea a Managua y según don Bernabé Gámez, pasajero de la unidad, todo venía saliendo bien y después de pasar el puente del Cedral, límite entre Chontales con Boaco, escuchó la explosión de la llanta.

“Venía en los últimos asientos del bus y tras el impacto, los asientos me prensaron, pero gracias a Dios solo tengo pequeños dolores en la espalda. En realidad, la mano de Dios nos protegió a cada pasajero, porque el bus circuló como doscientos metros después que le explotó la llanta”, contó el señor Gámez.

De inmediato llegó al lugar la Policía Boaco.

La comisionada general, Martha Ligia Solórzano, jefe de la Policía de Boaco, manifestó, que al conocer del accidente de inmediato desplazaron al lugar un equipo técnico, junto a los Bomberos Unidos de Tecolostote y ambulancias del Minsa para garantizarle la atención requerida a los lesionados.

“Siempre debemos conducir respetando los límites de velocidad, es importante que cada conductor debe chequear su vehículo y además, respetar las señales de tránsito, de esa manera vamos a prevenir los accidentes de tránsito y su peligrosidad”, recomendó la jefa policial.

Una mujer que no reveló su identidad, pero confirmó que vive en ese sector, se dedicó a recoger jugos y agua purificada, calificando el vuelco de la rastra como una bendición de Dios, aunque después corrigió. “Es una desgracia lo que pasó, sin embargo, los productos que recogí son una bendición”, dijo la comarcana.

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